ENTRAR EN LA CORRIENTE SALVADORA DEL AMOR

En la Carta a los Romanos san Pablo nos explica cómo es la relación entre Jesús, muerto y resucitado, y los que nos bautizamos en Él. No es que nos hagamos seguidores de una doctrina o partidarios de una moral. Es que Jesús nos une a Él de tal modo que hace que lo que le pasa a Él nos pase a nosotros. Es una relación personal, nueva y profunda.

Acoger la Pascua no es que un hombre, con su muerte, haya aplacado la ira de un Dios ofendido. Es más bien que Dios, en su amor, ha tomado la iniciativa de reconciliarnos con Él cueste lo que cueste, aun atravesando con amor lo que pocos han sabido afrontar: el sufrimiento y la muerte. Así Jesús nos muestra sus sentimientos, nos revela cómo es Dios verdaderamente, nos manifiesta su misericordia; pone todo su empeño en buscar a los pobres, los excluidos, los pecadores, que son los preferidos de Dios, y en identificarse con ellos. Es cuestión de acoger el amor en la propia vida.

Carta Pastoral LA PASCUA DE LOS DISCÍPULOS, JOSÉ COBO CANO CARDENAL, ARZOBISPO DE MADRID