¡Subamos! Subamos, por la mortificación en este santo tiempo de Cuaresma al monte de la perfección. Sobre todo, os encargo el dominio de vuestras potencias, si sabéis y llegáis a dominarlas os servirá de alas para escalar el monte santo de la perfección a que debéis anhelar.
DIÁLOGO SINODAL
Acercándonos a lo esencial de nuestra fe Desde el inicio del “Sínodo de la Sinodalidad” hasta las conclusiones de este, el “diálogo sinodal” ha sido fundamental. El intercambio interno, el diálogo entre todo el Pueblo de Dios para aclarar la voluntad de Dios para su...
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