TRINIDAD QUE MIRA AL MUNDO

De la experiencia del amor envolvente de Dios, nace la misión. La certeza de que Dios mira al mundo con compasión, que escucha el clamor del pueblo y que se encarna para hacerse uno con la humanidad, es lo que nos hace decir: “Esta es nuestra hermosísima misión hacer conocer al hombre el mensaje de Dios que le ama. Para esto es menester ir al hombre. Estamos perdiendo lastimosamente el tiempo si no bajamos a la calle…”

JESÚS POBRE
Y HUMILDE

Con Jesús, hacemos nuestra la causa de los pobres, nos comprometemos a ser buena noticia, promoviendo la dignidad humana y la justicia social. Y con un modo de hacer propio de Dios: en sencillez, en humildad, contando con lo pequeño.