Misioneras Cruzadas de la Iglesia

H. Celia Alonso

Para mi cumplir 50 años de votos perpetuos es una gracia de Dios porque me ayudó a ser fiel en mi compromiso con El y con el pueblo en la misión. Fue algo grande y hermoso trabajar por el Reino y su justicia, con los más necesitados, especialmente con las mujeres que no tenían ni voz ni voto en la comunidad y se organizaron en cooperativas y en CEBs, donde despertaron y se dieron valor por ellos mismos, tomando conciencia de su dignidad.

Al convivir con ellos en su comunidad descubrí el amor de Dios cercano y a tener confianza a pesar de las carencias económicas y sociales que han vivido y compartir con ellos lo poco que tienen y vivir su cristianismo. Todo esto me fortaleció y sentí la presencia del Espíritu de Dios, que me sostuvo por lo que doy gracias a Dios que fue bueno conmigo.

La celebración del aniversario fue muy bonita, presidida por el Padre Jesús Alcázar quien, en la homilía, recorrió mi historia y le dio sentido.

En esta celebración me acompañó mi familia y la M. Provincial. Todo esto lo viví con mucha alegría, disfrutando un platillo tradicional en nuestra cultura:un rico mole con arroz, mientras el P. Jesús amenizaba la fiesta con su guitarra.

H. Nury Calle

Cincuenta años literalmente es la suma de uno a cincuenta.

Para mí, el contenido de ésta celebración es, la acción de gracias ininterrumpida, por los innumerables motivos y momentos de vida, desde mis padres que me pusieron en el camino de servir a otros, de las personas que me han enseñado, acompañado, perdona, alentado.

Por el llamado del Señor, por el Carisma, por tantos personas que he encontrado en el caminar misionero: niños adultos, ancianos, sacerdotes, religiosos, catequistas, maestros, servidores, amigos.

Tantos y tantos hermanos,  pobres de muchos lugares y trabajos a los que llegué ofreciendo,  y que,  con su sencillez, humildad, generosidad y acogida, me enseñaron sobre la verdadera generosidad, la pobreza y el amor al prójimo, por todos los que me han  enriquecido y dejado en mí, el deseo y la alegría de servir mientras pueda.

Por todos los tropiezos, los  momentos difíciles, las búsquedas, las pérdidas, las satisfacciones, las alegrías, la certeza de que Dios, es fiel para siempre. Gracias Señor