La presentación de proyectos y el diálogo sobre ellos, el intercambio de ideas sobre las urgencias que la realidad pone en nuestras manos y la valoración de las diversas alternativas con las que podemos hacer frente. Y como tarea, la tenacidad en las tareas que a veces se antojan rutinarias.

Reunión de la ONG, otra vez telemática. Mirándonos la cara con la nostalgia del encuentro presencial. Eso sí, con el corazón esperanzado y cierto de que, con nuestro esfuerzo, estamos empujando al pequeño espacio de mundo en el que nos ha tocado vivir, a ser mejor.