HABLAR CON DIOS COMO UN AMIGO
Santa Nazaria nos dice que “la oración es nuestra arma de combate y que no nos cansemos de esperar la hora de Dios”. Cuando cada persona habla a Dios, como un amigo habla con su amigo, encuentra el por qué y para qué de su vida.
La oración nos ayuda a:
- Buscar y hallar la voluntad de Dios en tu vida. No lo más perfecto objetivamente, sino lo que Dios quiere de ti.
- Ensanchar el corazón hacia las dimensiones del universo, pero aterrizando en lo concreto para no perderte en vaguedades o en ideales irrealizables.
- Conocer tu realidad lo mejor posible, examinándote periódicamente, tanto en lo positivo para darle las gracias a Dios, como en lo negativo para superarlo con su ayuda.
- Discernir, a la luz de la oración y de la razón iluminada por la fe, cómo puedes mejorar tu realidad para hacerla más acorde con el Evangelio de Jesucristo.
- Encontrar a Dios en todo lo creado, siendo contemplativa en la acción, unido a Él en todo lo que haces.
Es necesario abrir el corazón y ponerte en marcha; por muestra parte, te seguiremos dando más pistas para orar mejor.
0 comentarios