No tiene sentido pensar en el desarrollo humano como algo independiente del planeta. Estamos inmersos en la naturaleza. Descuidar este hecho amenaza a las generaciones futuras con riesgos catastróficos y constituye una amenaza para la vida de muchos hoy en día.
Informe sobre Desarrollo Humano 2020 comprende los grandes desafíos a la que la humanidad se enfrenta. Si bien los efectos devastadores de la COVID 19 han dominado los titulares durante meses, las otras crisis –desde el cambio climático hasta la desigualdad- no han desaparecido.
El uso de fertilizantes sintéticos y la combustión de combustibles fósilñes han producido la mayor perturbación del ciclo biogeoquímico del nitrógeno desde que este surgió hace 2,5 mil millones de años. Estamos eliminando el propio suelo que pisamos.
Los índices de extinción de especies son cientos o miles de veces de lo considerado normal. Estamos viviendo una sexta extinción masiva de animales, causada por los seres humanos.
Este informe nos plantea preguntas vitales: ¿Qué es lo siguiente en el ámbito del desarrollo humano? ¿Cómo encontramos rutas que amplíen libertades al tiempo que alivien la presión sobre el planeta? La protección del planeta es la base del progreso y no un obstáculo a la prosperidad. ¿Podremos sumarnos a la oportunidad de cambiar de rumbo antes de que sea demasiado tarde? El destino ha sido sustituido por la elección, que a su vez se basa en el poder. En esta nueva y agitada época geológica que es el Antropoceno —la época de los seres humanos—, nuestra especie y solo ella tiene el poder de reimaginar y reconstruir el mundo en que vivimos, de optar por la justicia y la sostenibilidad. El Informe sobre Desarrollo Humano 2020, que llega al final de un año tumultuoso caracterizado por diversas crisis mundiales superpuestas, nos ayuda a marcar el camino.
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